Este es el estudio sobre la santidad de Dios, de la serie, ¿Quién es Dios? Este un fragmento de la enseñanza del pastor de Grace community church, John MacArthur.

¿Se puede sentir la presencia de Dios?
Yo solo sé una cosa mediante la palabra de Dios. Que Dios es Poderoso, Santo, Majestuoso. Todo seguidor fiel de su palabra que experimentó la presencia de Dios de manera parcial, es decir, que ni siquiera lograron contemplar la presencia de Dios, calleron muertos.

¿Se puede sentir la presencia de Dios?
Yo solo sé una cosa mediante la palabra de Dios. Que Dios es Poderoso, Santo, Majestuoso. Todo seguidor fiel de su palabra que experimentó la presencia de Dios de manera parcial, es decir, que ni siquiera lograron contemplar la presencia de Dios, calleron muertos.
Yo solo sé una cosa mediante la palabra de Dios. Que Dios es Poderoso, Santo, Majestuoso. Todo seguidor fiel de su palabra que experimentó la presencia de Dios de manera parcial, es decir, que ni siquiera lograron contemplar la presencia de Dios, calleron muertos.

La grandeza de Dios y un Evangelio Apóstata
En esta oportunidad desarrollamos la magnificencia de Dios y las costumbre pentecostalistas antibíblicas.

La grandeza de Dios y un Evangelio Apóstata
En esta oportunidad desarrollamos la magnificencia de Dios y las costumbre pentecostalistas antibíblicas.

¿Cuál es el papel de la Iglesia en la perversión del Evangelio?
¿Cuál es el papel de la Iglesia en la Sociedad? Y ¿Cuál ha sido el mayor fracaso de la Iglesia? Es, tristemente, el no decir el verdadero Evangelio de Jesucristo. En esta oportunidad, desarrollaremos sobre el paple de la Iglesia en la perversión del Evangelio y la promesa de Jesucristo de un redentor, el Espíritu Santo, como vicario de Cristo.

¿Cuál es el papel de la Iglesia en la perversión del Evangelio?
¿Cuál es el papel de la Iglesia en la Sociedad? Y ¿Cuál ha sido el mayor fracaso de la Iglesia? Es, tristemente, el no decir el verdadero Evangelio de Jesucristo. En esta oportunidad, desarrollaremos sobre el paple de la Iglesia en la perversión del Evangelio y la promesa de Jesucristo de un redentor, el Espíritu Santo, como vicario de Cristo.